Crónicas de la Vida de un Lobo...

...Vivir es un constante aprender de cada paso poblado de fracasos, desiluciones y penas que se sedimentan y vuelven pesados nuestros pies, pero con ello sólo fortalecemos nuestras piernas para poder andar tramos de camino mucho más largos sorteando todos los obstáculos que se nos presentan...así es pues, que la vida se hace dura ante nuestros ojos, pero nunca lo será tanto como para tirar la toalla y desistir en nuestro andar...Un lobo que había perdido la ilusión de continuar contemplando la Luna Llena que tanto amó, emprende un viaje dentro de sí mismo y va descubriendo que no ha perdido su esperanza ni su alegría, sólo las tenía escondidas entre las nubes que le cerraban los ojos y en cada lágrima que por tristeza derramó, y hoy se levanta de su propio encierro para ir tras esa Luna de abriles y noviembres a la que aun aguarda en su corazón...

Lobo de los Ojos Tristes

Lobo de los Ojos Tristes
Cansado de caminar bajo una Luna ajena, llevame en tus alas, por favor

miércoles, 25 de julio de 2007

Rosas Blancas


Sólo queda el recuerdo de rosas blancas

marchitándose en unos ojos flagelados

por la imperturbable terquedad de los recuerdos,

por el bucólico frenesí de no pensarlos

y por fin darle alivio a sus culpas

suicidas y arrebatos insensatos…

No resistió perder lo que lo perdería

sumido en si mismo ensimismado

en las grietas de su cardiaca fisonomía,

arrancóse la valía de un zarpazo

cual mascada de vergonzoso sentimiento

no vergüenza de sentirlo, de aceptarlo…

Y pretendió que olvidó su memoria

entre versos de indiferencia resignada

a no mirar, no sentir, a no desearla,

a no extrañarla con la ternura idólatra

de añejas caricias perfumadas

hoy ausentes y distantes…

Tamaño fue desear ya no pensarse

que enceguecieron sus corazones

pasando frente al otro y sin verse,

rozando sus manos sin inmutarse

por amordazar sus lenguas temerosas

del temor a encontrarse…

De noche vaga entre sus sábanas

abrazándose a cualquier consuelo

que mitigue lo glacial de sus suspiros,

su llanto colma el vacío y el sigilo

de sentir tan fuerte lo que siente

hasta que de sentirlo tanto se le pase…

Jamás fue por ser malas personas

sólo fue su ingenua mala suerte

ensañada por lo bizarro de su destino,

desatino darles un amor herido

que cupiera en un dedal su alegría

y su tristeza en un océano tenue…

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